América Latina
James Petras
En las elecciones recientes de Costa Rica, Colombia, México, hay gobiernos
conservadores o reaccionarios que ganaron y que fortalecen la influencia
norte-americana.
A diferencia en Bolivia, Ecuador, Venezuela, prometen muchos cambios.
Después tenemos el caso de Chile, que es simplemente la continuación de la
política desde los últimos 17 años, que significa una ampliación o
continuación del neoliberalismo practicado por todos los gobiernos chilenos.
No hay gobierno que a partir de las elecciones, con excepción de Venezuela,
haya tomado medidas para mejorar las condiciones de los campesinos, de los
trabajadores, etc. Venezuela, ha aumentado los gastos sociales para
beneficiar a las clases populares.
Bolivia, que es un gobierno elegido por la gente más pobre del país producto
de dos insurrecciones que Evo Morales aprovechó sin participar en ninguna de
las dos insurrecciones. Su partido, principalmente de la clase media en
ascenso, practica todavía una política fondo monetarista, con un presupuesto
estricto, con un excedente en el presupuesto, con un salario mínimo que
aumentó el mínimo posible, menos de 5 dólares y que no han cambiado ni el
latifundismo, ni los petroleros, como dueños del país.
Lo máximo que hizo fue transferir las acciones en los fondos de pensiones,
así el estado ha ocupado un pequeño porcentaje más de acciones que llamaron
nacionalización de gas, pero no hay ninguna nacionalización, por que los
directorios de las empresas siguen siendo extranjeros y además la política
económica de los petroleros sigue exactamente igual.
No hay procesamiento del gas, ni hay ninguna práctica para industrializar
las materias primas que forman más del 80% de las exportaciones de Bolivia.
Lo peor de todo es que firmó un contrato con la empresa multinacional hindú
para entregar la principal fuente de hierro, segunda mina más grande del
continente, Mutún, para la exportación con un mínimo de industrialización.
Todos estas acomodaciones van acompañados de una retórica demagógica
izquierdista o populista, como se quiera decir.
En Brasil el gobierno de Lula ha practicado la política extrema del fondo
monetarismo con un excedente del 4.5% del producto interior bruto (PIB) para
seguir pagando los banqueros con la deuda interna la deuda externa. Con
ninguna reforma agraria sigue incumpliendo todas las promesas que hizo al
Movimiento Sin Tierra, manteniendo y extendiendo las privatizaciones,
profundizando Brasil como país exportador de materias primas y perjudicando
la industria que contiene como resultado de un crecimiento negativo, o casi
negativo en la economía, en el sentido que creció en los 4 años de Lula un
2,5 %. Si añadimos al crecimiento del PIB el crecimiento de la población de
Brasil, queda casi un crecimiento nulo. Un fracaso incluso dentro del
criterio neoliberal. Estas victorias supuestamente de izquierda no han
provocado ninguna oposición de EUA.
El caso de Nicaragua es emblemático cuando vemos a Daniel Ortega, que fue
candidato presidencial con un exlider de la Contra de los años 80 y con el
apoyo del arzobispo Obando, otro enemigo de la revolución sandinista,
conformista con la política del trato de libre comercio y fanático opositor
del aborto. Incluso apoyando como ilegal el aborto para mujeres violadas,
casos de incesto y todo lo demás.
Tenemos un panorama donde Washington se enfrenta a gobiernos neoliberales
seudo centroizquierdistas que pueden sostener un grado de autonomía en el
comercio y la diplomacia gracias a los altos precios por la mercancía, las
materias primas; cobre, estaño, petróleo, soja,… altos precios que llenan el
tesorero de estos gobiernos neoliberales para financiar el gran capital.
No han hecho nada para un cambio estructural pero si les da autonomía para
ampliar sus mercados de comercio, sus fuentes de financiamiento, resistir a
las fuerzas de EUA a monopolizar los mercados y dictar su diplomacia. No es
producto de una política de cambio estructural o izquierdista que dicta esta
autonomía, es la situación en el mercado mundial y los altos precios que
facilitan una diversificación económica y alguna independencia diplomática.
Venezuela tiene un gobierno con una política exterior claradamente
antiimperialista, el presidente Chávez principalmente ha tomado la
iniciativa de denunciar y atacar la política imperialista de EUA en Medio
Oriente, ha denunciado la intervención norteamericana en Haití e incluso a
los gobiernos cipayos como; Brasil, Kichner (Argentina), Tabaré Vázquez
(Uruguay), Bachelet (Chile),… que han mandado tropas a matar y represar al
pueblo de Haití.
En este sentido hay una distinción profunda entre el presidente Chávez y los
demás. El presidente Chávez, en contraste con Ortega ha denunciado el TLC,
está en contra del neoliberalismo de Bachelet, Lula y Vázquez,… y compone
una nueva integración, el ALBA (Alternativa Bolivariana para la América).
Una integración latinoamericana que tiene pocas posibilidades de profundizar
por el carácter de clase de economía que trata en el resto de América
Latina. Chávez propone para el futuro una mayor socialización en los medios
de producción en contraste con los gobiernos de América Latina que buscan
profundizar la entrega de capital extranjero. Kichner estuvo en Nueva York
exigiendo a Wall Street que invirtiera en Argentina en minerales, en
petróleo y otras áreas. El gobierno de Bolivia ha declarado una bienvenida a
cualquier empresa extranjera que invierta en el país, acompañando a las 42
empresas que ya firmaron contratos con el petróleo y el gas.
No debemos engañarnos con las simples representaciones que hacen los
partidos en las urnas, partidos que se titulan progresistas, izquierdistas,
se etiquetan como socialistas,… no tiene ninguna significación o sentido
cognitivo. Hay que ver que son estos partidos en su composición social,
política económica, relaciones con las privatizaciones, su capital
extranjero, etc. Siempre se habla de que Bachelet es hija de un militar
encarcelado, esto no significa nada cuando ella utiliza el mismo ejército
para reprimir en Haití, para reprimir a los mapuches, para defender las
enormes ganancias de las compañías mineras. Lo mismo con Tabaré Vázquez y
los tupamaros que hablan mucho de progresismo mientras están pactando un TLC
con EUA y defienden la impunidad de los generales que cometieron los
crímenes contra la humanidad durante la dictadura.
Es una frustración que haya gente que no quiera aplicarse a analizar las
medidas políticas que están tomando los gobiernos en América Latina.
Personas que actúan por diversas razones, ignorancia u oportunismo, en el
pronunciamiento de una nueva ola izquierdista en América Latina cuando el
padrón es mucho más complejo, contradictorio, en el que hay un elemento muy
importante de una nueva derecha y una nueva izquierda.
Chávez no tiene su propio partido, lo que hay son varios partidos, y
partidos con elementos muy contradictorios. La cúpula de la V República
incluye; socialdemócratas, exsocialcristianos, comunistas, socialdemócratas,
exguerrilleros, y entre ellos hay muchos que no tienen ninguna perspectiva
al socialismo y hay una enorme base popular que no tiene reflejo en estas
cúpulas y que esta apoyando medidas socializantes de Chávez. Hay un ala del
gobierno, con sus ministros, que quieren congelar el proceso en un status
quo. Mientas Chávez esta exigiendo que implementen las reformas actuales,
como la reforma agraria, ellos están evitando tomar decisiones porque de
hecho están a favor de los grandes exportadores y ganaderos.
El problema no es simple; Chávez ganó elecciones, tiene respaldo de la gran
mayoría del pueblo a favor de grandes cambios pero tiene obstáculos
organizativos e incluso en el liderazgo de las cúpulas que apoyan a Chávez.
Existen algunos sectores chavistas que tienen más en común económicamente
con el sector moderado de la oposición. Entonces el proceso para avanzar en
Venezuela pasa necesariamente por la lucha dentro del chavismo y la
reestructuración organizativa e ideológica para que el proceso avance con
algunos cambios estructurales; en la economía, en la estructura de
propiedad, en el sistema financiero.
El año pasado la banca privada española, norteamericana, europea,…
aumentaron sus ganancias más del 30%. Incluso muchos oligarcas venezolanos,
que colaboran con el capital extranjero, ganaron fortunas comprando los
bonos del estado, los bonos argentinos por los préstamos que hicieron a
Argentina con algunas transacciones poco opacas. Todo el sector de negocio
en Venezuela el año pasado era una bonanza, el consumismo de automóviles era
extremadamente favorable, mientas el proyecto estructural del ministerio de
vivienda se queda atrás. Por ejemplo, en los planes de construir 100.000
casas muchas se quedan a la mitad del camino. Por eso hay que reflejar esta
contradicción en Venezuela y no siempre se puede decir que lo que Chávez
diga va a pasar porque hay contradicciones de clase incluso dentro de sus
propios supuestos seguidores, particularmente los que ocupan los puestos
partidarios y la administración.
Con la excepción de Chávez que tiene algunas peculiaridades especiales con
el aumento del precio del petróleo, ninguno de los gobiernos elegidos, lo
que llamas la vía electoral, han hecho ningún cambio estructural. Incluso
han hecho mucho daño a los movimientos sociales, como el MST.
El MST postergó muchas acciones por 4 años para apoyar a Lula, y Lula les
llevó a un callejón sin salida, frustrando a 200.000 militantes del MST
acampados en las carreteras y esperando el cambio del parlamento, pero nunca
llegó. El PT hizo la peor corrupción de un partido centroizquierda en la
historia de Brasil.
Lo mismo en Bolivia. Los movimientos populares y campesinos, que estaban
esperando la nacionalización y la reforma agraria, quedaron postergados y
desmovilizados. Mientras, la derecha aprovecha la política conciliadora de
Evo Morales de reagrupar a la fuerza y crear movilizaciones en las fuerzas
de Santa Cruz.
Las fuerzas de izquierda no están ubicadas en los partidos electorales,
mucho menos de la seudizquierda que ocupan los ministerios y la presidencia.
La verdadera izquierda esta en los movimientos y debe recuperar su autonomía
en los campesinos, los indígenas, los sindicatos,… para al menos presionar y
expresar al gobierno el descontento, el desengaño que esta extendiéndose en
la gente de la izquierda.
En Brasil, el CUT ha terminado apoyando el miserable aumento de salario
mínimo como brazo organizativo del gobierno neoliberal de Lula. Hay otro
sindicato, confederación pequeña pero combativa, que se llama Conluta que
esta tratando de expresar su autonomía, una visión reivindicativa contra la
política actual.
Las FARC en Colombia sigue extendiendo su influencia en un tercio del país,
tenemos movilizaciones en Guatemala, tenemos movimientos independientes en
Salvador, y tenemos grandes movilizaciones en Oaxaca (México) donde una
huelga de maestros se extendió por todo el estado conformando una gran
movilización de juventud, campesinos, hombres urbanos,… organizados. Y
tenemos el caso de la derrota o fraude cometido contra Andrés Manuel López
Obrador que lanzó una campaña cívica pero sin tener una estrategia para
derrocar al gobierno, movilizaciones pacíficas e interminables que ya
terminaron agotando a los seguidores sin ninguna perspectiva de actuar en la
baja.
Entonces, tenemos gran contraste. La posibilidad de movimientos como en
Bolivia, que derrocaron gobiernos neoliberales y avanzaron programas de
verdaderas nacionalizaciones, de reformas agrarias y redistribución de
ingresos, o los MST que avanzaron la reforma agraria, independientemente de
los gobiernos, con la ocupación de tierras. Y los demás casos que podríamos
citar, donde la acción de clase autónoma ha tenido históricamente mucho
mayor eficacia realizando cambios sociales y dirigiéndose a los gobiernos
que supuestamente los reflejan pero que una vez ellos mismos en el poder
marcan posiciones claramente a favor del gran capital, los exportadores y
perjudicando el mercado interno, los pequeños productores y los
trabajadores.
Mucho se especula sobre Cuba, podemos ver que Fidel Castro esta
incapacitado. Esta leyendo, discutiendo, conversando,… pero yo creo que en
algún sentido hay un reordenamiento que ha favorecido a Cuba en lugar de
perjudicarla. Raúl Castro ha exigido a los ministros una mejor preparación y
puntualidad en la preparación de informes, ha criticado la incompetencia de
varios ministros, ha amenazado en despedir a gente que no cumple las tareas.
Incluso en la agenda política para Cuba fija lo más importante, problemas de
salario, de vivienda, de trasporte, de alimentos,… y creo que Raúl esta
mucho mas en contacto con las realidades cubanas que cualquier otro líder en
este momento porque define las prioridades que realmente uno no siente
cuando esta en Cuba en visita turística, un conferenciante invitado… Raúl
Castro habla poco pero esta mucho más preparado a la hora de definiciones,
mejor informado sobre lo que esta pasando en Cuba en la actualidad. En este
sentido yo soy mucho más optimista con Raúl en la presidencia que lo que
existía antes con Fidel, a pesar que tengo enorme respeto por la visión
estratégica de Fidel. Creo que Raúl entiende que en la situación de Cuba,
con el auge de ingresos, la expansión de exportaciones,… la principal
prioridad es castigar la corrupción y la incompetencia del estado, abrir
paso para más iniciativas en la economía y priorizar los grandes temas
internos.
En México y Oaxaca no existía ninguna cultura de diálogo e incluso el
liderazgo en los profesores era de gente conciliadora y menos radical, pero
una vez que el gobernador Ulises Ruiz rechazó contundentemente una
negociación colectiva y un contrato mínimamente justo, mandando a la policía
a reprimir y castigar, radicalizó el proceso político y social mas allá de
lo que eran las intenciones de muchos seguidores, maestros y maestras en el
inicio. Entonces hay una dinámica, una dialéctica aquí, entre las primeras
exigencias y el proceso después de un mes. Después de la represión y de la
intransigencia del gobierno empezó un proceso de radicalización.
Conversando con maestros y participantes, pude ver que la gente no estaba
preparada para esto pero si estaba convencida por su causa y empezó a
aumentar su conocimiento y generalizar el problema más allá de la
reivindicación social justa de mejorar la educación y los salarios, viendo
el problema como un problema político de un gobierno autocrático del PRI
respaldado por el otro partido de gobierno a nivel general, el PAN.
Con la profundización de conciencia de la situación hay una politización que
empezó a extenderse mas allá del magistrado hacia otros directores sociales,
y la cosa mas interesante es que la lucha cumplió con una tarea fundamental
ganando la simpatía de los comerciantes, sectores de la muy pequeña
burguesía y los parientes, y a partir de esto se hizo una organización en
los barrios. No se tenía un plan con un preconcepto sobre como organizar un
gobierno paralelo, por lo menos un poder excipiente, nadie pensaba que esta
lucha podía continuar por 4, 5 o 6 meses, enfrentar una horrible represión,
asesinos, paramilitares, matones,… vinculados con el gobierno. Cada golpe
del gobierno tenía el efecto de atraer a otros sectores sociales y
fortalecer la firmeza de los luchadores.
Chiapas, es apasionante, el subcomandante Marcos organizó su campaña con
poco éxito. Durante la lucha contra el fraude del gobierno de Calderón,
Marcos cometió un enorme error diciendo que no hay diferencia entre la
campaña de Obrador y Calderón. Esto impacto muy negativamente. Gente que
empezaba a tener simpatía con Marcos, y que apoyaba la campaña de López
Obrador, empezó a expresar una crítica bastante fuerte hacía Marcos.
En la lucha de Oaxaca Marcos organizó actos simbólicos, cortaron algunos
caminos en Chiapas, en las montañas, por un par de días pero no ofreció nada
nuevo a la lucha de Oaxaca que tenía más significación política para México
que los últimos 10 años de la lucha de Marcos. El evento de Marcos en
Chiapas era un esfuerzo para volver a sus propios seguidores y para
fortalecer la autoridad que han perdido en los últimos tiempos, en parte por
las faltas tácticas, pero también para fortalecer su propia militancia que
no ven ningún gran avance a pesar de sus sacrificios.
Es falso que Marcos no quiera tomar el poder. Es absolutamente falso porque
llevó él mismo su campaña alternativa para intentar tener influencia sobre
el estado, publicitar el movimiento y recuperar alguna atención popular para
tener algunas palancas políticas. Las campañas políticas están sobre el
poder, no son espectáculos, diversiones, son esfuerzos de tomar contacto con
el pueblo, el pueblo pide cambios, y el cambio no se consigue sin lucha por
el poder político, esto es evidente.
Ningún campesino que apoya esta metido en el movimiento simplemente para
actos simbólicos y así poder simplemente enmascararse y hablar. Esto es
evidente en México. En el comienzo los zapatitas tenían la trayectoria de
marchar a la Ciudad de México y tomar el poder. Esto fue en los primeros
días del levantamiento. Una vez que estaban acordonados y aislados algunos
hablaron que Marcos no quería el poder. Es simplemente que ellos no podían
avanzar hacia el poder pero si montar el poder en los pueblos autónomos,
ejercer el poder en las localidades donde ofician y tener la autoridad de
castigar ladrones de banda, traficantes de cocaína, tomar autoridad sobre
los problemas y la distribución de ingresos que reciben del exterior, y
financiar programas de alimentación. Política de autoridad es lo que uno
puede llamar autoridad política y eso se puede mantener porque tienen
recursos de poder como fondos económicos, autoridades armadas, etc.
En EE.UU. no hay ninguna indicación que la mayoría de la cúpula del partido
demócrata esté dispuesta a resistir a la escalada de tropas que Bush va a
proponer. No tenemos indicación que vayan a bajar el presupuesto bélico,
incluso el jefe del congreso ha declarado que esta a favor de aumentar las
tropas, dice que temporalmente, pero aumentar las tropas entre 20 y 30 mil
soldados. Hay una minoría del partido demócrata e incluso del partido
republicano que se opone a esta política de aumentar las tropas pero no
existe una iniciativa del partido demócrata sobre la renuncia a la guerra.
Hay división que cortan a los partidos, hay demócratas y republicanos contra
la escalada y hay que están a favor. No hay ninguna indicación de una
ruptura entre el congreso y el presidente por el momento, la principal
candidata para el partido demócrata en las elecciones presidenciales del
2008, Hillay Clinton, no se ha declarado en contra de la escalda de tropa.
Lo mismo pasa con la amenaza de guerra contra Irán. El partido demócrata
tiene enormes simpatías de sionistas que financian el partido y controlan
las listas internas en el congreso y están totalmente comprometidos con
Israel y la guerra contra Irán, como dicta la cancillería de Israel.
Hay un peligro no solo en relación con Irak, más con Irán, podría ser una
catástrofe, no solo para el Medio Oriente también para Estados Unidos. Una
segunda guerra, un ataque a Irán, un ataque de Israel,… tendría enormes
consecuencias de extender una guerra en todo el Medio Oriente. La situación
no es que la victoria electoral del partido demócrata representa una fuerza
de paz. Esto es un error de personas que no están familiarizadas con la
política interna de EUA. El partido demócrata no es un partido de paz, no es
un partido que ha expresado en su mayoría oposición contra Irak, contra la
invasión del Líbano por Israel, contra los ataques a los palestinos,… el
partido demócrata es un partido muy influido por los sionistas de los
Estados Unidos en la política de Medio Oriente. Es algo que la gente no
llega a entender, o tiene cobardía a declarar que los grupos sionistas
tienen enorme influencia en la política norteamericana sobre Medio Oriente a
partir de candidatos o representantes directos. Tenemos 31 congresistas
judíos, todos comprometidos con Israel, y tenemos 13 senadores en un país
que solo tiene 2% de la población judía.
Los multimillonarios judíos financian el 60% del partido demócrata y eso
condiciona el voto sobre el apoyo a Israel, su política de Medio Oriente y
su colonialismo y militarismo. Este es el peligro de que un pequeño país, a
partir de la diáspora, pueda influir en un superpoder y causar una
catástrofe.
En Estados Unidos hay dos sectores, dos conceptos de imperialismo. Uno es un
concepto propuesto por los militaristas, los sionistas, conservadores, que
ven la expansión del imperio a través del poder militar, la fuerza, la
conquista, la colonización…
El otro sector son las grandes multinacionales, encabezadas recientemente
por la Comisión Backer, que realmente piensan que se puede construir el
imperio a partir de la expansión económica, de las multinacionales,
particularmente del sector financiero,… y capturar el sector estratégico de
las economías en Europa, Asia, África, etc.
Estos dos conceptos están ahora en el Medio Oriente, y hasta ahora los
sectores militaristas todavía están como fuerza dominante a pesar que están
muy desprestigiados y debilitados.
El imperio norteamericano es muy complejo pero uno puede decir que toda la
arquitectura del imperio esta construida sobre lo que se llama el capital
financiero con todas sus dimensiones; la especulación, inmobiliaria, bancos,
inversiones públicas y privadas. Esta arquitectura es muy dinámica pero muy
frágil porque realmente depende cada vez mas de transacciones de papel
mientras la base productiva económica real esta cada vez más debilitada.
Uno se pregunta en que grado se puede sostener un imperio construido
simplemente con una superestructura extendida, financiera, mientras la parte
substancial de la economía cada vez esta más debilitada.
Recopilacion
Carlos Chamorro