Respuesta
Compañeros
Eduardo Almeida Neto y
Zé María de Almeida
de la Dirección del PSTU
Estimados compañeros:
Ha llegado hasta nosotros vía la Sección chilena de la LIT.CI la respuesta de ustedes a las acusaciones que James Petras les hace como organización y “a los sectores trotskistas ligados al PSTU”.
Queremos intervenir en este debate- que aunque se mancha con las acusaciones de Petras que por cierto no compartimos- porque creemos promete, por el peso de los contrincantes, dar un salto en calidad (y por cierto en claridad) de todo lo que hemos leído después del dos de Diciembre en Venezuela como explicación del triunfo del NO.
1. Partiremos diciendo que compartimos la totalidad de las críticas que ustedes y otros revolucionarios desde varias partes del mundo hacen al chavismo. La lucha por construir el “socialismo” en Venezuela no resiste ningún análisis serio e independiente. Donde aparecen las conclusiones de ustedes es donde percibimos diferencias y queremos reflexionar y debatir.
2. Lo que ocurre en Venezuela y por extensión en Bolivia y Ecuador forma parte de una larga crisis de dirección revolucionaria de los trabajadores en escala internacional. A los intentos históricos de vía sucesivas reformas arribar al socialismo esgrimido por la socialdemocracia clásica y a las deformaciones del estado obrero y luego a la abierta restauración capitalista de las burocracias estalinista de Rusia, Este europeo y China, agregamos hoy las teorías sobre “socialismo del siglo XXI”.
3. Aunque no es el objetivo de esta reflexión abundar en el análisis del “socialismo del siglo XXI) y las diversas tendencias que bajo este nuevo paraguas esconden su reformismo, basta por ahora decir que más claramente que nunca antes la crisis de la revolución se manifiesta en el recorte programático. La burocracia conservó en la Unión Soviética la propiedad estatal de los medios de producción aunque al liquidar la democracia obrera (los soviets) reservó para si misma todo el poder del estado, el partido y el manejo de la economía. Hoy, lo que se presenta como “socialista” son apenas tareas del desarrollo democrático burgués que obviamente las burguesías neo coloniales no cumplieron ( Reforma agraria, nacionalización de materias primas y otros recursos naturales, control financiero y del comercio exterior, democratización del Estado).
4. El chavismo (y las otras experiencias del populismo nacionalista burgués) se mueven dentro de estos parámetros. Todavía de ninguno de estos procesos ha emergido una vía real al socialismo (expropiación sin pago de todos los medios de producción y puesta en marcha mediante control directo de los trabajadores, destrucción del conjunto del estado burgués y su sustitución por un estado obrero apoyado por los campesinos pobres y otras capas explotadas y marginadas, destrucción del ejercito burgués y su sustitución por un extenso armamento de la clase, gobierno colectivo responsable ante las organizaciones de masas y revocable por voluntad popular).
5. En esta primera década del siglo coinciden cada vez más profundamente la ausencia de una dirección revolucionaria de masas y el agotamiento del modelo de acumulación neoliberal acompañado de un comienzo de decadencia del imperialismo yanqui y de fin del mundo unipolar. El chavismo intenta (más allá si Chávez se da cuenta del papel que juega) ser una dirección de masas y reformar al mismo tiempo el modelo capitalista neo liberal.
6. Al menos en América Latina, las masas empobrecidas, marginadas, fragmentadas, inmersas en la droga, la delincuencia y la represión legalizada, han salido del infierno de las dictaduras para aterrizar en la alienación consumista, apolítica y pasiva del neoliberalismo. Las otrora vanguardias revolucionarias ya no existen: o ya no respiran en las tumbas o respiran los deliciosos aromas del acomodamiento en el mundo burgués. Es cierto que una nueva generación (o varias generaciones en los pasados 15 a 20 años) se ha ido incorporando a la lucha y procesando una importante experiencia social y política en las nuevas condiciones creadas. Sería ciego y derrotista no verlo. Pero tan peligroso como esto sería sobredimensionar el espacio que ocupan y la influencia de masas que objetivamente tienen por ahora. Creemos compañeros que aquí tenemos un punto nodal de diferencia con ustedes. Cuando y en que circunstancias separar aguas con el reformismo obrero y con el reformismo burgués.
7. Sabemos que en las experiencias sociales, cuando generalizamos, muchas veces cometemos graves errores. En nuestro entender, el método marxista de análisis privilegiará siempre el examen específico de las experiencias de lucha de la clase obrera. Es lo que a continuación trataremos de hacer con dos o tres experiencias que colocaremos como ejemplo.
8. La primera se refiere al mismo Trotsky cuando define al régimen stalinista como un “estado obrero deformado” y llama a denunciarlo y luchar por una revolución política que aviente del poder a la burocracia y re establezca la democracia obrera. El dejó suficientemente claro que ante un ataque imperialista los obreros y los revolucionarios, por sobre las diferencias con el stalinismo, debíamos cerrar filas en la defensa de ese bastión obrero.
9. Aunque no colocan este ejemplo, es cierto que ustedes señalan que de haber estimado como ciertas las amenazas imperialistas de derrocamiento de Chavez, habrían cerrado filas y apoyado al chavismo. Señalan incluso que una parte de los trabajadores chavistas que lo apoyaron para su re elección entendieron claramente que esta vez no estaba en peligro el proceso y por eso decidieron votar diferenciadamente por el NO.
10. Es difícil saber que porcentaje de los tres millones que no votaron por aprobar los 69 artículos “entendieron” que no era una batalla necesaria ni decisiva (lo que supone un nivel alto de raciocinio político) y que cantidad en realidad dejo de ir a votar como castigo por la cesantía, la inflación, el mercado negro, la burocracia corrupta y la delincuencia imparable ( Que también supone un grado de raciocinio que nosotros creemos que es mucho menor). Si pensamos que los niveles de conciencia política de las masas venezolanas han sido históricamente débiles y que el chavismo no se ha caracterizado por educarlas, nos inclinamos a pensar que en esos tres millones mayoritariamente hubo un rechazo a las carencias a nivel de masas del chavismo y no necesariamente una crítica a la vía capitalista seguida por Chavez. Desconocemos si la votación permitía votar por nulo y si ésta fue numéricamente importante. Allí estaría absolutamente claro que el mensaje de ustedes llegó a un nivel de masas importante.
11. Las masas necesitan hacer la experiencia de las elecciones, participar de las luchas sindicales economicistas e incluso en ciertas circunstancias experimentar la desilusión de los proyectos del reformismo obrero y burgués. Ellas no aprenden de libros ni complicadas teorías. Para los revolucionarios este es uno de los problemas más controvertidos y que en la propia historia del trotskismo en un momento dado los dividió. Basado en el “giro francés” propuesto por Trotsky, una parte considerable de quienes se proponían construir la IV Internacional se alinearon tras el SU y se dedicaron al entrismo político en las organizaciones de masas reformistas. En medio siglo, ningún ala revolucionaria importante salió de esa experiencia. Incluso Michel Pablo y otros evolucionaron hacia posiciones cada vez más derechistas. A los que quedaron en el CI no les fue mejor porque ciertamente había terribles condiciones represivas del estalinismo a nivel mundial, pero sobre todo porque el nivel de conciencia de las masas no pudo crecer.
12. Y esa es nuestra preocupación en Venezuela, donde las masas en su nivel de conciencia actual difícilmente pueden entender en toda su complejidad el conflicto revolución o reformismo. El chavismo está en su apogeo. No está todavía desgastado ni ha sufrido derrotas estratégicas. Pero no nos confundamos por nuestras afirmaciones sobre las experiencias que las masas tienen que hacer. Aquí no se trata de mimetizarse indefinidamente en los movimientos de masas reformistas esperando que e movimiento de masas cuando “haga su experiencia” venga después desilusionado a nuestras manos. Nada nuevo decimos cuando reafirmamos que hay que presentar el programa de la revolución a las masas en un lenguaje entendible y eso significa que en cada una y todas las circunstancias de dialogo cara a cara con las masas tenemos que enseñarle la vía reformista y la vía revolucionaria. La vanguardia tiene que ir delante de las masas mostrando el camino, pero sin alejarse demasiado de la clase porque se auto aislará y la clase no la entenderá y al quedar aislada la vanguardia es más vulnerable a su destrucción por el enemigo.
13. En las décadas del 60 y 70 el trotskismo hizo una crítica demoledora al guevarismo. Más allá de reconocer el heroísmo de la gesta guerrillera, la definió como un programa de la pequeña burguesía intelectual revolucionaria que sin darse cuenta, con la más pura de las intenciones, practicaba la creencia que el foco, el ejemplo, la heroicidad, la agitación de un programa revolucionario eran la vía idónea para sacar del atraso a las masas, arrancárselas al reformismo obrero y la burguesía. Excepto Cuba y Nicaragua en donde hubo un componente obrero y popular urbano que complementó a la guerrilla rural, los focos fueron masacrados o posteriormente en una situación de empate relativo, terminaron entregando las armas en medio de la pasividad de la mayoría de la clase. La guerrilla se distanció de la clase. El Che incluso generalizó en Bolivia., en donde cierto nivel de reforma agraria había sido echo precedentemente y eso fue decisivo para la falta de apoyo campesino que la guerrilla necesitaba.
14. Aunque la lucha hoy no pasa por las selvas de Venezuela sino por sus ciudades, si nos adelantamos demasiado podría ocurrirnos lo que al guevarismo en las selvas de América. ¿Quien decidió que era el momento de votar por el NO para diferenciarse del chavismo? ¿Hay organismos de masas significativos que hayan participado en la discusión y apoyen al NO’¿Cuanto trabajo real hay creando poder popular en donde las masas harán la experiencia concreta de desarrollarse políticamente y no ir solamente a marchar y agitar banderas en las concentraciones chavistas? El que un puñado de revolucionarios agite un programa crítico del chavismo no es en absoluto garantía de que el chavismo presionado corregirá rumbos o, mejor, que las masas nos seguirán a nosotros. Solo un a veces lento pero siempre paciente trabajo de organizar ciertos núcleos estratégicos de la clase (por ejemplo los obreros petroleros) puede ser el comienzo de una disputa seria con el chavismo por la hegemonía dentro de la clase. El llamado al NO, que en algún momento futuro habrá que repetir con otros motivos, debe ser el corolario, la guinda en la cima de la torta, de un trabajo previo y serio de organización de la clase. Nos parece incluso que desconocer el fuerte componente de derecha que tiene el movimiento estudiantil opositor, es una prueba complementaria no solo de la debilidad ideológica del chavismo, sino de nuestra propia impotencia para re encantar con los valores de la revolución a esa importante capa social de jóvenes que, aparte de pertenecer a la pequeña burguesía, las revoluciones de verdad siempre los contaron mayoritariamente en sus filas.
15. El segundo ejemplo sobre el cual queremos razonar es a propósito del proceso revolucionario que Chile vivió entre 1970 y 1973. Ríos de tinta se han usado para analizar. Para quienes nos leen fuera de Chile o simplemente no están familiarizados con el tema diremos brevemente- a riesgo de aparecer esquemáticos- que la “vía pacífica al socialismo” inaugurada por Allende con su triunfo electoral nunca tuvo un programa revolucionario con tareas socialistas. Allende mismo, el poderoso PC y la mitad del otro partido de base obrera, el socialista, más la enorme mayoría de los otros partidos que conformaron la Unidad Popular, jamás lo habrían permitido. Las 40 reformas propuestas por Allende y la UP habrían deleitado al Chávez de hoy. Eran nacionalizaciones, estatizaciones y medidas desarrollistas que incluso la CEPAL de la época las aplaudió. Pero Allende heredó del demócrata cristiano Frei una crisis estructural mayúscula del capitalismo. El modelo sustitutivo de importaciones propuesto por la CEPAL y tolerado por el imperio había fracasado. En esencia Allende, mas allá de su intención de construir el socialismo, fue el último gobernante que intento el desarrollo dentro de los marcos de ese modelo.
16. Pero lo que no tiene Venezuela si lo tenía Chile. Una clase obrera y un movimiento de masas que, más allá de su mayoritaria dirección colaboracionista y reformista, había acrisolado en largas décadas de lucha un potencial que resultaría decisivo en la etapa que se habría.
17. En ese Chile en crisis, el débil y tembloroso programa de Allende fue rápidamente superado por las masas. Desde la revolución campesina mejicana el continente no había experimentado una reforma agraria tan extensa, incluso con importantes experiencias de trabajo colectivo de la tierra (revolución agraria). Al año de estar Allende en el poder, los obreros, los pobladores y los estudiantes expropiaron virtualmente todo el capitalismo monopólico nacional y extranjero. Con paso decidido y en medio de la crítica desesperada de la burocracias partidarias y sindicales empezaron a crecer los “cordones industriales” en contra de las cúpulas burocráticas de la Central Única de Trabajadores y los comités de “tomas” de industrias rápidamente se transformaron en comités que organizaron la producción y que muchas veces desconocieron el poder de los interventores estatales de Allende. El poder popular, la dualidad de poderes tenía un poderoso paso y empujaba al Gobierno a constantes avances.
18. La burguesía y los yanquis no pudieron echar abajo a Allende con un simple cuartelazo y tuvieron que realizar una contra revolución en gran escala no solo para echar abajo al gobierno y destruir el ascenso del movimiento de masas, sino adicionalmente crear las condiciones represivas para instalar por la fuerza el nuevo modelo de acumulación capitalista: el neoliberal.
19. Las fuerzas de la vanguardia revolucionaria militaban en más o menos la mitad del PS y también el MIR, un grupo guerrillero urbano, ambos influidos fuertemente por el guevarismo y el trotskismo. Esta izquierda revolucionaria era profundamente crítica de los “guatones” del PS (la corriente socialdemócrata) y de los estalinistas del PC. A diario en las fábricas, en las universidades, en las poblaciones, en los centros de reforma agraria había lucha sin cuartel. Los militantes del MIR se decidieron por hacer trabajo de masas y crecer y disputar al reformismo.
20. En esta breve reseña queremos resaltar algunos aspectos útiles para el análisis de hoy. Las vacilaciones, los errores de juicio, los retrocesos, la mano blanda con los golpistas civiles y militares, fueron la característica de Allende y el allendismo. Pero hasta el último estuvieron en el centro de la escena. En esos tres años las fuerzas revolucionarias habían crecido. Se había fortalecido el poder popular, pero todavía no éramos hegemónicos. Había una suerte de empate y obviamente una división estratégica por donde seguir. Allende buscaba un acuerdo paralizador y tranquilizador con la DC mediante un plebiscito. La izquierda buscaba profundizar el proceso y armar por todos los medios a las masas. La contrarrevolución fue preventiva para evitar que ninguno de los dos sectores lograra sus objetivos. A las puertas del plebiscito o el golpe, si los revolucionarios hubieran llamado a denunciar al gobierno de Allende como constructor del capitalismo y no del socialismo, las masas no lo habrían entendido y la derrota habría sido todavía más profunda.
21. La situación del Chile del 2007 es completamente distinta. La Concertación se desgasta aceleradamente. Bachelet ha perdido 20 puntos, pero la abstención de la gente que no vota, particularmente los jóvenes, sigue redondeando el 50%. Hay una masa crítica que crece aceleradamente y aunque el candidato de la derecha, el millonario empresario Piñera, aparece como el favorito, mas del 70% de la gente rechaza los partidos y a sus dirigentes.
22. Aunque la izquierda revolucionaria está todavía en pañales y dispersa ( Porque el pequeño PC chileno y sus aliados de Juntos Podemos Más busca un lugar dentro de la Concertación para ser “su izquierda crítica”) y la reactivación de los estudiantes y obreros recién comienza, levantar un programa revolucionario alternativo al gobierno concertacionista es no solo un imperativo sino una forma de construir partido o vanguardia. Hace diez años no teníamos ninguna posibilidad de ser siquiera escuchados. Hoy, en un país con fuertes tradiciones electoralistas, los revolucionarios tenemos que guardar momentáneamente los fierros y construir partido utilizando todos los medios. La nueva dirección del PC, que se forjó en la resistencia armada a la dictadura, que tenía un discurso fuerte contra la Concertación “izquierdista neoliberal”, ha perdido de nuevo la brújula al entrar en alianzas electorales con una coalición que va en caída libre. Aquí, es completamente válido y posible diferenciarse del gobierno y la Concertación. Como decimos en Chile, la coalición gubernamental ya “no calienta” a nadie.
23. Pero en Venezuela es distinto, a un grado incluso, que importantes intelectuales revolucionarios como Petras y otros, han condenado el llamado al NO. Aparte que Petras (Y mañana tal vez otros si se desata una caza de brujas) utilice los argumentos de la descalificación y la calumnia que siempre han existido en la imperfección humana ( Y que el estalinismo utilizó sistemáticamente junto a las purgas y toda clase de crímenes). Tenemos que reflexionar más profundamente porqué este profesor hace esto. Si examinamos desapasionadamente los posiciones de Petras, que en su crítica contundente a Cuba se ganó el mote de “super revolucionario” (vean ustedes que hasta el mismo Comandante “cuece habas” en su convalecencia), creemos que difícilmente él pueda ser calificado como reformista o siquiera “centrista” político.
24. Marx en su Prólogo a la Contribución de la Crítica de la Economía Política afirma que “Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua “. El chavismo, Evo Morales, Correa, el Banco del Sur, los acuerdos regionales sobre petróleo y gas y otras iniciativas que veremos en un futuro cercano se inscriben en nuestro entender en el intento expreso de crear otro polo de desarrollo burgués en América Latina. La retórica anti imperialista y la búsqueda del “socialismo del siglo XXI” o construcciones socialistas “diferentes de las experiencias históricas fracasadas” es el más serio intento de “re encantar” a las masas que lleva adelante una fracción de la burguesía y la pequeña burguesía. Esta es la salida a la crisis del capitalismo mundial, a la decadencia de EE.UU., a la crisis del dólar, al agotamiento del modelo neoliberal de acumulación también en el primer mundo. El mundo Unipolar después de la caída de la burocracia soviética del poder ha dado paso en menos de veinte años al mundo BRIC ( Brasil, Rusia, India, China) del desarrollo de nuevos centros de poder controlando casi un tercio de la población planetaria.
25. El tema es muy complejo y lo introducimos porque no puede estar ausente de nuestra lucha ideológica y política con el renacido nacionalismo burgués y su bonapartismo político. Curiosamente este nuevo modelo de acumulación que se despliega ante nuestro ojos no fue elaborado por ninguna élite académica norteamericana (Escuela de Economía de Chicago ) o decisión de las burocracias estatales del imperio (Consenso de Washington) como ocurriera con el neoliberalismo. El chavismo tiene muchas diferencias con el peronismo, el APRA o el PRI mejicano, no solo porque pertenecen a épocas distintas sino porque al clientelismo con que estos movimientos capturaron a las masas y su permanente intento de corporativizar en el Estado las organizaciones de masas (una característica del fascismo italiano) hoy sus formas de dominación (mediante las asambleas constituyentes, el “poder popular” e incluso las “milicias populares” complementarias y de reserva subordinadas a las FF.AA. contenidas en la reforma chavista ) son nuevas, interesantes de estudiar y con implicaciones peligrosísimas. En Venezuela no estamos combatiendo al viejo peronismo. El Perón fuertemente ligado al fascismo europeo o los presidentes mejicanos posteriores a Cárdenas viceralmente ligados al imperio yanqui por más que se equilibraran en su “progresismo o su nacionalismo a la mejicana”) son distintos de los Chávez y los Morales. Estos elementos subjetivos de liderazgo (la honestidad, las raíces de clase, las relaciones sociales ) podrían tener cierta importancia en los desarrollos futuros. Tenemos que aguzar la mente y crear mejores herramientas de trabajo político.
26. Al citar a Marx queremos significar que presenciamos el despliegue de un nuevo desarrollo del capitalismo tan o más feroz que el que el fundador del socialismo científico estudiara en la Inglaterra victoriana ( Barriadas miserables, cero previsión social, largas y extenuantes jornadas de trabajo, trabajo semi esclavo de mujeres y niños, etc. ). Esta sobre vida que el capitalismo mundial busca atrasará y hará más compleja la lucha por la revolución proletaria. Y no podemos esta vez cometer errores ni teóricos ni prácticos. La depredación del planeta acorta el tiempo para echar abajo al capitalismo en decadencia y construir la sociedad de productores libres que vaticinó Marx.
Con saludos fraternales e internacionalistas,
Guillermo Muñoz
Bloque por el Socialismo Revolucionario
Chile, 16 de Diciembre de 2007